Muriel Bolsa la deuteragonista de la serie Coraje el Perro Cobarde
Muriel, una anciana muy amable y dulce, dueña de Coraje, así como la estimada esposa de Justo Bolsa. Aunque ella es la damisela en apuros del programa, Muriel también es una excelente cocinera y no toleraría ninguna tontería o mala conducta, siempre usa su rodillo para golpear a Justo cada vez que asusta, se burla, abusa o maltrata de otra manera a Coraje.
Apariencia[]
En su juventud, Muriel tenía el pelo castaño rojizo, pero en su vejez, tenía el pelo blanco y esponjoso. Ella usa anteojos como su esposo, y su atuendo habitual es un vestido naranja con un delantal amarillo brillante y un par de resistentes botas de cuero negro.
Personalidad[]
Cuando tenía 3½ años, Muriel era una niña extremadamente traviesa, malcriada e hiperactiva.
Sin embargo, hoy en día, es una ama de casa devota con un comportamiento verdaderamente gentil, dulce y amable. También le gustaba cocinar, tejer y acolchar.
Debido a su bondad y naturaleza dulce e ingenua, Muriel es un objetivo fácil y a menudo atractiva para los villanos. No ayuda que ella también sea siempre amable con los extraños, e incluso los invita a su casa, sin ver cuáles eran sus verdaderas intenciones hasta que ellos mismos lo revelan. Afortunadamente, ella siempre tiene Coraje para salvar el día.
Además de esto, aunque ella realmente ama a su esposo, Justo, Muriel no dudaría en imponer sus métodos únicos de disciplina sobre él, generalmente golpeándolo con su rodillo, cada vez que cruza la línea (como las veces que asusta a Coraje, o simplemente siendo totalmente irrazonable, etc.). El caso más notable se mostró en Celos y Venganza, donde para castigar a Justo por su mal comportamiento, lo obligó q descansar en una manta en el suelo durante la noche, mientras que Coraje se sentaba en la cómoda silla de Justo. Ella tampoco puede soportar a su madre. Sin embargo, cuando Justo está en un verdadero problema, Muriel realmente se preocuparía por él, como se ve en La Reina del Charco Negro. En ese episodio, ella se preocupó cada vez más por Justo cuando él, debido a la seducción de la Reina del Charco Negro actuando de manera extraña. Cuando finalmente fue secuestrado por la malvada Reina, ella lloró desconsoladamente por la pérdida de él, lo que obligó a un Coraje resignado a ir a rescatarlo. Si bien las lágrimas de Muriel cesaron cuando Justo regresó a casa, su alegría inicial por su regreso dio paso a la ira de que él la preocupara, y ella lo golpeó con su rodillo, lo que también demuestra su naturaleza sensata.
Uno de los rasgos más notables de Muriel sería su afecto por Coraje, a quien obviamente amaba y cuidó de verdad como el hijo que nunca tuvo. Aunque siempre dependía de Coraje salvarla, nada enfurecía más a Muriel que verlo en peligro o alejado por la fuerza de ella, como se muestra en La Doble de Muriel, donde persiguió agresivamente a los villanos e incluso chocó su auto por secuestrar a Coraje. El otro ejemplo memorable sería donde, en Celos y Venganza, cuando Coraje estaba a punto de perder contra sus peores enemigos, Muriel encadenada lo alentó desesperadamente a no darse por vencido, lo que lo inspiró a recurrir a sus poderosos gritos para derrotar a los villanos. Por supuesto, también está el hecho de que siempre golpeaba a Justo en la cabeza cuando maltrataba a Coraje. Todos estos casos atestiguan que, por dulce y benevolente que fuera, Muriel no toleraría ningún maltrato o abuso de Coraje. Sobre todo, a Muriel le encantaba sentarse en su mecedora con Coraje en su regazo y mirar televisión.